domingo, diciembre 23, 2007

El amor y la pasión

Había una princesa que estaba locamente enamorada de un capitán de su guardia y, aunque sólo tenía 17 años, no tenía ningún otro deseo que casarse con él, aún a costa de lo que pudiera perder. Su padre que tenía fama de sabio no cesaba de decirle:

-No estás preparada para recorrer el camino del amor. El amor es renuncia y así como regala, crucifica. Todavía eres muy joven y a veces caprichosa, si buscas en el amor sólo la paz y el placer, no es este el momento de casarte.

-Pero, padre, ¡sería tan feliz junto a él!, que no me separaría ni un solo instante de su lado. Compartiríamos hasta el más profundo de nuestros sueños.

Entonces el rey reflexionó y se dijo:

-Las prohibiciones hacen crecer el deseo y si le prohíbo que se encuentre con su amado, su deseo por él crecerá desesperado. Además los sabios dicen: “Cuando el amor os llegue, seguidlo, aunque sus senderos son arduos y penosos”.

De modo que al fin le dijo a su hija:

-Hija mía, voy a someter a prueba tu amor por ese joven. Vas a ser encerrada con él cuarenta días y cuarenta noches. Si al final siguen queriéndose casar es que estás preparada y entonces tendrás mi consentimiento.

La princesa, loca de alegría, aceptó la prueba y abrazó a su padre. Todo marchó perfectamente los primeros días, pero tras la excitación y la euforia no tardó en presentarse la rutina y el aburrimiento. Lo que al principio era música celestial para la princesa se fue tornando ruido y así comenzó a vivir un extraño vaivén entre el dolor y el placer, la alegría y la tristeza. Así, antes de que pasaran dos semanas ya estaba suspirando por otro tipo de compañía, llegando a repudiar todo lo dijera o hiciese su amante. A las tres semanas estaba tan harta de aquel hombre que chillaba y aporreaba la puerta de su recinto. Cuando al fin pudo salir de allí, se echó en brazos de su padre agradecida de haberle librado de aquel a quién había llegado a aborrecer.

Al tiempo, cuando la princesa recobró la serenidad perdida, le dijo a su padre:

-Padre, háblame del matrimonio.

Y su padre, el rey, le dijo:

-Escucha lo que dicen los poetas de nuestro reino:

“Dejad que en vuestra unión crezcan los espacios.

Amaos el uno al otro, más no hagáis del amor una prisión.

Llenaos mutuamente las copas, pero no bebáis de la misma.

Compartid vuestro pan, más no comáis del mismo trozo.

Y permaneced juntos, más no demasiados juntos,

pues ni el roble ni el ciprés, crecen uno a la sombra del otro”.

(Cuentos sufies)

viernes, diciembre 14, 2007

La ficción asociativa de carácter permanente

La sociedad humana se estructura a través de instituciones. Dichas instituciones tienen distinta naturaleza, carácter, importancia, etc, pero todas comparten la función estructural.
La función estructural es rígida, de transformaciones lentas, enemiga de los cambios porque está y existe para permanecer.
De las instituciones estructurales primordiales, es decir las asociaciones de carácter permanente, derivan instituciones menores de igual rigidez.
El matrimonio en esta línea de pensamiento es una asociación formal de carácter permanente, siendo asociación informal de carácter permanente su estado previo (noviazgo) y todos los estados similares que no son matrimonio (convivencia, concubinato).
La familia se estructura a través de estas asociaciones de carácter permanente.
El vínculo de amistad adquiere mayor relevancia en tanto se perpetúe en el tiempo, el círculo de amigos igual. Lo mismo sucede con las sociedades comerciales, aún cuando la ley les exija un plazo máximo de duración, los socios prorrogan dichos plazos para permanecer asociados.

Vivimos creyendo que la permanencia en el tiempo valida vínculos y valida experiencia. Por eso celebramos aniversarios, contamos semanas, meses, años. Por eso creemos que la propia experiencia puede extenderse y aplicarse a todos. Por eso creemos que ganamos más derecho cuanto más tiempo sostenemos determinada situación.

viernes, diciembre 07, 2007

Síndrome pre fin de año

Verán, todos están más locos, estresados y estimulados que de costumbre.
El pico de excitación colectiva comienza en diciembre como todos los años.
Causas posibles (no están ordenadas por importancia)

  • exámenes finales
  • preparar el vestuario para la graduación
  • coordinar y organizar vacaciones
  • notar que aumentaste de peso, en relación a la misma época del año pasado
  • organizar la agenda para poder cumplir con todas las despedidas a las que te invitan
  • organizar el presupuesto para poder ir a todas las despedidas a las que te invitan
  • caer en la cuenta de que según el presupuesto de fin de año, no vas a poder estrenar pilchas en todas las despedidas a las que te invitan
  • armar la lista de regalos de navidad a comprar
  • armar la lista de regalos de navidad a sugerir, para luego recibir
  • comprender para que existe el SAC (aguinaldo)
  • decidir si vas a llevar o no a tu compañero/a a la la casa de tus viejos en navidad
  • no tener que decidir si vas a llevar a tu compañero/a a la casa de tus viejos en navidad
  • no tener tiempo para estar lo suficientemente bronceado para ir a la reunión de ex compañeros de secundaria
  • que tu vieja te confirme que el 24 a las 11.30 tenés que ir a esperar a tu abuela a la terminal de colectivos
  • tomar conciencia que este mes entre despedidas y festejos, vas a aumentar otros dos kilos
  • organizar turnos con el peluquero de acuerdo a las fechas marcadas en la agendas (proponerle un abono mensual pre fin de año)
  • negociar con tus compañeros de trabajo como se van a tomar las vacaciones
  • tomar conciencia de que para el presupuesto del año entrante vas a tener que pensar menos en cambiar el auto y más en un tratamiento de recuperación capilar

... Por eso y muchas cosas más ... fumate un choclo esta navidad!