Muchas veces te tuve miedo
(tanto que me hacía débil)
Muchas veces me arrancaste lágrimas amargas
(y temblé ante tu juicio)
Muchas veces me ordenaste no vivir
(y la mayoría te hice caso)
Muchas veces seguí siendo cobarde ...
Trataste de herir a esa pobre tonta temerosa, la encerraste en una telaraña de dolores que eran tuyos, quisiste ahogarla con dudas, NUNCA le tuviste piedad.
Ahora es feliz, y ni siquiera te tiene rencor.
domingo, febrero 05, 2006
Sobre tiempos ancestrales (e intentando seguir sabios consejos de un sabio personaje)
Publicadas por
Hyeronimus
a la/s
12:11 p.m.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario